Fría
Está a la venta mi pasado. Ya no lo quiero
Son sólo ramas secas y vientos fríos
Quiero silencios, carece de valor el dinero
Es tiempo del progreso, de nuevos bríos
La cara he plantado al peligro
Sin arriesgar el pellejo
Todo ha sido sobre males benignos
Pero al final he quedado perplejo
Aquel suplicio longitudinal; tu cuello
Sonaba como el viento sobre la cabaña
Se trataba de un placer oculto, era tu sello
Tan oculto como el silencio en el tiempo y los árboles en la montaña
Se degradó tu imagen, como la tinta de tus palabras
Esa boca cesó su canto y calló su texto
Ahora sólo quedan sollozos y amenazas macabras
El silencio no inhibe tus gritos y la obscuridad no ahoga tu sexo.
Te escribo rimas atroces
Salidas de mi mundo taciturno
Pensando en que ruegues a tus dioses
Por el calor del astro diurno.
Con el ardiente deseo de que la rima le suprima
Pablo de Rokha